
Paseos en bote por el río Alto Madre de Dios, caminatas diarias rodeadas por una de las biodiversidades más ricas del planeta, infinidad de posibles sujetos y una lluvia constante de ideas; la Reserva de Biosfera del Manu es, sin duda, el paraíso de cualquier videógrafo o fotógrafo. Lo es para mí.
Pero como alguien de Toronto, cuya idea previa de una jornada exigente incluía un U-Haul para transportar el equipo y temperaturas altas solo por culpa de las luces artificiales, no estaba del todo segura de qué esperar al grabar en la selva amazónica.
Afortunadamente, después de estar aquí un mes, ya he adquirido algo de experiencia enfrentando lo que la selva tiene para lanzar. Sin embargo, eso no significa que haya dejado de aprender, ni lo haré. Cada día trae un nuevo obstáculo y una nueva oportunidad para sacarle provecho.
Entonces, si estás pensando en empacar tu equipo y viajar a un lugar remoto como la Amazonía peruana, ¿cuáles son algunos consejos básicos para optimizar tu experiencia y minimizar los “oh no…” (o algo peor)?
Investiga, investiga y vuelve a investigar.
Jamás subestimes la importancia de la preproducción: la planificación y la organización pueden definir el éxito o el fracaso de un proyecto. Investiga sobre el lugar al que vas: el clima, la situación política, las comunidades, el entorno y la fauna que lo habita. ¿Tendrás acceso a electricidad, wifi o señal telefónica? Si no, ¿cómo puedes anticiparte? Redacta una evaluación de riesgos y considera todo lo que podría salir mal.
Sí, puede parecer pesimista, pero así estarás más preparada para lo que sea. Algunos elementos esenciales que deberías incluir en tu equipo son: baterías extra, documentos importantes impresos (permisos, seguros, presupuesto, reservas de alojamiento, formularios de consentimiento, etc.), bolsas secas o sobres de gel de sílice para mantener el equipo lo más seco posible (hay que amar esa deliciosa humedad de la selva), y recursos descargados, como videos, que puedas consultar cuando los necesites. Ah, y discos duros externos, porque: RESPALDOS.
En Toronto, si algo salía mal durante una grabación, alguien podía correr a la ferretería más cercana en media hora o sacar el celular y preguntarle a nuestro sabio amigo Google… en la Amazonía, no es tan simple.
Conoce tu equipo como la palma de tu mano. Lo último que quieres es estar en plena selva, ver de pronto un grupo de monos araña de cara negra o una guacamaya cabeciazul, y perder la oportunidad de capturar esa imagen o video porque estás batallando con los ajustes de la cámara (ya me ha pasado). Tómate el tiempo, antes del viaje, para familiarizarte con el equipo relevante: trípode, gimbal, flash externo, reflectores, escondites, filtros, parasoles, micrófonos, y elementos de protección.
Planifica cómo vas a empacarlo para una caminata, cómo tenerlo de fácil acceso, cómo cargarlo y sentir su peso.
Sí, puede parecer pesimista, pero así estarás más preparada para lo que sea. Algunos elementos esenciales que deberías incluir en tu equipo son: baterías extra, documentos importantes impresos (permisos, seguros, presupuesto, reservas de alojamiento, formularios de consentimiento, etc.), bolsas secas o sobres de gel de sílice para mantener el equipo lo más seco posible (hay que amar esa deliciosa humedad de la selva), y recursos descargados, como videos, que puedas consultar cuando los necesites. Ah, y discos duros externos, porque: RESPALDOS.
En Toronto, si algo salía mal durante una grabación, alguien podía correr a la ferretería más cercana en media hora o sacar el celular y preguntarle a nuestro sabio amigo Google… en la Amazonía, no es tan simple.
Conoce tu equipo como la palma de tu mano. Lo último que quieres es estar en plena selva, ver de pronto un grupo de monos araña de cara negra o una guacamaya cabeciazul, y perder la oportunidad de capturar esa imagen o video porque estás batallando con los ajustes de la cámara (ya me ha pasado). Tómate el tiempo, antes del viaje, para familiarizarte con el equipo relevante: trípode, gimbal, flash externo, reflectores, escondites, filtros, parasoles, micrófonos, y elementos de protección.
Planifica cómo vas a empacarlo para una caminata, cómo tenerlo de fácil acceso, cómo cargarlo y sentir su peso.

Percepción y ética.
El trabajo de campo en medios muchas veces nos lleva a investigar temas sensibles, grabar fauna o personas que pueden sentirse expuestas o invadidas. Es fundamental recordar que eres un visitante; es tu responsabilidad respetar la comodidad de los sujetos potenciales. No pienses solo en lo que estás viendo y capturando, sino también en quién te está viendo a ti y cómo se sienten con tu presencia. No son actores; estás viviendo todo lo que la realidad tiene para ofrecer —hermosa, sí, pero también mucho más compleja que un set coreografiado.
Por último, sentidos alerta y atentos.
No se trata solo de seguridad (aunque, claro, eso es prioridad), sino de tener la suerte de presenciar momentos verdaderamente increíbles cuando se trata de vida silvestre. Para eso, necesitas estar sintonizado con el entorno que te rodea. Percibe los cambios en el aire, escucha los cantos únicos de las aves, y sí, puede que (seguro) te piquen algunos insectos, pero el trabajo en medios suele ser tan acelerado que también está bien tomarse un momento para absorberlo todo.
El Parque Nacional del Manu, base del MLC, es tan biodiverso justamente por sus variaciones de altitud: desde los 4000 hasta los 600 metros sobre el nivel del mar. Siempre hay algo nuevo por descubrir.
Como dije, sigo aprendiendo todos los días cómo aprovechar al máximo cada momento aquí, pero hasta ahora, estos han sido los elementos clave para empezar. Lo que sigue son las historias, y cómo contarlas para que realmente importen. De eso se trata el trabajo en medios: narrar visualmente, y hay tantas historias por contar.
Una de mis fotógrafas y documentalistas favoritas, Alice Aedy, dijo:
«Es a través de las historias que nos atrevemos a imaginar un mundo mejor, uno que necesitamos con urgencia.»
Así que, ya sea que estés en la selva amazónica, el desierto de Gobi, la tundra de Alaska o justo donde estás ahora mientras lees esto: encuentra la historia que quieres contar, y empieza.
